Para realizar este ejercicio nos colocaremos en parejas o todos juntos en familia. A un miembro del grupo familiar se le pide que cierre los ojos y se le entrega una pluma, un juguete, una piedra, una pelota o cualquier otro objeto. La persona que tiene el objeto se lo tiene que describir a su pareja con los ojos cerrados. Por ello, como no lo ve, tendrá que describir cualquier sensación que le produzca el objeto (cómo huele, la forma que tenga, la textura, el olor, la suavidad, a qué le recuerda, etc.). Y así, sucesivamente hasta que todos los miembros de la familia describan un objeto.